Machismo dentro del movimiento

Skinhead y machismo

Para hablar del machismo existente dentro del movimiento skin, punk, antifascista… Un primer paso es contar con las directamente afectadas, con una pequeña entrevista a diferentes mujeres para que cuenten su punto de vista. Desde diferentes lugares, generaciónes, distintas experiencias militantes y hasta distintos idiomas. Personas que no se conocen entre sí. Con esta pequeña entrevista podemos ver distintos puntos de vista de ver un mismo problema.

Machismo dentro del movimiento. Skingirl

¿Qué supone ser mujer dentro del movimiento?

Dos Ex-integrantes de la Brigada Antifascista Rosa Luxemburgo (Bogotá): Tiene que ver con la idea de romper una estructura, una estructura dominante que se ha instalado conforme se fue consolidando la escena antifascista a nivel internacional. Ser mujer supone una práctica de resistencia dentro de la resistencia. De romper con patrones en las relaciones de poder que internamete se ejercen. Tiene que ver con asumir una lucha desde la periferia de lo periférico. De intentar combatir en las prácticas estéticas y políticas la ruptura y apertura a la participación de mujeres con nuestra mirada y la reivindicación de nuestras causas.

Quizá la pregunta no sea por el qué supone ser mujer, sino por lo que implica. Lo que está detrás de ello, y lo que está por venir cuando una mujer, o mejor, un grupo de mujeres nos organizamos para solicitar en diferentes escalas reclamos y denuncias la solicitud de un mundo mejor. Por eso antes nos referimos como esa resistencia, esa revolución dentro de la revolución. Pues sí bien históricamente en el movimiento se «nos ha dado un lugar», se nos ha relegado a papeles secundarios, a las que caminan detrás de y al lado de, a las que toman relatorías pero no se les da mucho la palabra… Nunca nos conformamos con ello, ni lo haremos, pues la equidad de la que tanto hablamos la llevamos a la praxis día a día en los espacios que decidimos implicarnos, como lo fue en la Brigada Antifascista Rosa Luxemburgo (Bogotá, Colombia) mujeres redskins y skins organizando escuelas de formación, eventos, entrenando, pateando las calles… militando codo a codo con nuestros compañeros. Esto es lo que supone/implica ser mujer dentro del movimiento para nosotras.

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Clara: (Cada mujer va a vivir una experiencia completamente diferente y seguramente cada una tenga una visión distinta así que voy a hablar de mi experiencia personal, que soy una mujer, cisgénero, bisexual, blanca y de nacionalidad española)

Estar dentro del movimiento punk/skin ha supuesto una diversificación en cuanto a puntos de vista. Considero que es un sector de la sociedad donde se ha avanzado y se ha querido avanzar en aspectos sociales, por supuesto también en cuanto a la cuestión feminismo/machismo más concretamente. Ha sido un espacio donde estar, existir y cohabitar, donde desarrollarme como persona y como mujer, también donde ser vulnerable cuando ha sido necesario.

Aprender de otras personas abiertamente, sin tabúes, sin culpas, sin vergüenzas ni juicios, poder abrirme y que otra gente se haya podido abrir conmigo en cuanto a problemas de índole machista ha sido absolutamente necesario para poder comprender cómo funciona la sociedad, cómo funcionamos las personas y ver qué relaciones de poder se establecen. Me ha permitido por un lado reconocer cuándo me afectaban a mí o afectaban a otra gente estas dinámicas de poder y por otro lado reflexionar y cuestionarlas. Para mí ha supuesto un crecimiento personal y un punto alrededor del cuál conocerme a mí misma y sentirme aceptada y arropada. Creo que es un ambiente donde se ha estado siempre dispuesto a escuchar críticas, opiniones, a comprender lo que supone el machismo, esa opresión que se ejerce hacia las mujeres y colectivos feminizados/no masculinizados.

Aún así las actitudes que se señalan hacia otros colectivos, movimientos o personas (reggaeton, rock, pop, sexualización de los cuerpos femeninos, despersonalización de las mujeres, etc) me siguen preocupando dentro de este espacio porque sigue siendo un problema bastante gordo. Tenemos más apoyos y más voces defensoras, sí, pero claramente no es suficiente y seguimos teniendo que lidiar con situaciones que no deberían darse en un primer momento.

P: Eu penso que ser muller dentro do movimento implica ter claro que vas ter que demostrar diariamente que compartes os valores de forma firmemente respecto ao rollo porque si neste mundo cando entra alguén novo xa se lle cuestiona, pois sendo muller moito máis . Ao final cando eres tía, ao entrar o máis normal é que os estereótipos de xénero se acentúen máis, no canto de que tês casi a obriga de demostrar que non estás ahí por ser amiga ou moza de algún tío, senón porque realmente entendes e compartes o mundo que rodea a esta subcultura.

E acho que o peor non é o continuo xuizo que podes ter coma muller, senón que ademáis por moito que te movas en ambientes de esquerdas sempre coñecerás ou te tocará vivir algún tipo de comportamento machista, dende que te hipersexualicen, ata todo o contrario que se cuestione a túa feminidade e incluso as propias mulleres acabémonos enfrentando entre nós anulando toda sororidade posible, en prol da defensa dunha mesma como a que ten dereito a un espazo masculinizado.

Ane: Askotan pentsatu ohi dugu ez dela zapalkuntzarik existitzen gure inguruan orokorrean mugimenduaren parte garenok politizatuta gaudelako, baina ez da horrela. Emakumea izateak kontzertu/pintxada batera joan eta gizonezkoen begiradak jasotzea suposatzen du askotan, denok ditugu begiak, baina badakigu noiz ari garen beste pertsona deseroso sentiarazten edo ez, eta batzuetan egoera deserosoak sentiarazten dizkigute. Egia da gehiengo gizonezkoa duen azpikultura baten parte garela, eta horren harira gure harremanak askotan gizonezkoekin izan ohi direla. Berez, ez luke arazorik egon behar hor, baina konturatzen naiz “Skingirl”ak oso mitifikatuak gaudela gizonen buruetan, eta askotan presiopean sentitzen naiz ez naizelako haiek beren buruetan sortutako ideia horrekin bat etortzen. Batzuetan ematen du zerbait zor diegula mugimenduaren parte diren gizonezkoei eta ez, ez da horrela. Ez gara neska perfektuak, ez gara skin perfektuak… eta ez da ezer gertatzen.

Lagun artean giro izugarri ona dugu, konfiantzakoen artean beti harremanak zaintzen saiatzen gara eta kontziente gara gure artean zaintzen ez bagara ez gaituela inork zainduko. Baina tristea da jakitea zure zirkulutik kanpora oraindik hainbat zapalkuntza jasoko dituzula, eta ez zarela guztiz seguru egongo.

Muchas veces tendemos a pensar que no existe ningún tipo de opresión a nuestro alrededor, ya que la gran mayoría de los que pertenecemos al movimiento estamos politizados, pero no es así. Ser mujer muchas veces supone ir a un concierto/pinchada y notar miradas ajenas, todxs tenemos ojos, pero sabemos cuando estamos incomodando a una persona, y muchas veces nos hacen pasar momentos muy incómodos. Cierto es que pertenecemos a una subcultura cuya mayoría son hombres, a raíz de ello, muchas de nuestras relaciones sociales suelen ser con hombres. Y esto no debería de suponer un problema, pero lo es. Me he dado cuenta de que las “Skingirls” estamos muy mitificadas por los hombres dentro del movimiento, y es verdad que muchas veces me siento presionada porque no soy lo que ellos pensaban que era, ya que han creado una imagen errónea de lo que soy. A veces parece que les debemos algo a aquellos hombres, pero no, no es así. No somos mujeres perfectas, no somos skins perfectas y no pasa nada.

Entre amigxs tenemos un ambiente agradable y sano porque somos conscientes de que si no nos cuidamos entre nosotras no lo hará nadie. Pero es triste saber que cuando salgas de ese circulo cercano, vas a seguir siendo oprimida y no te sentirás segura del todo.

Lucrecia: Me gusta que estemos dentro de un movimiento porque en parte entre todas las que somos podemos apoyarnos y hacernos mas fuertes unas a otras, es una forma de mantenerte unida por una misma lucha y saber que vas a tener un apoyo tanto masculino como femenino. En ocasiones también se encuentra gente que se aprovecha de que seas mujer dentro de ese movimiento para usarte y en ocasiones te toman por tonta porque quizá en alguna cosa pienses en cierto modo «diferente» a lo que ellxs te estén diciendo. También he visto que muchas veces somos criticadas, aparte de por nuestra forma de pensar y ver las cosas, también por como podemos llegar a vestir y/o por el pelo que llevamos. Normalmente somos criticadas mas por la gente de «fuera» que por los de dentro.

Skingirl con un vinilo

2-¿Has sufrido o donde crees que se ve el machismo dentro del movimiento?

Dos Ex-integrantes de la BARL: Sí, hemos sufrido machismo. Aunque comenzaríamos por cambiar el verbo sufrir, porque es como sí diéramos por sentado que existe y que no hacemos nada al respecto, como sí simplemente lo padeciéramos y ya. Al respecto, podemos decir que no es así, que nuestra militancia tuvo y tiene que ver con posicionar nuestra mirada, nuestra voz, nuestras propias discusiones y nuestra postura de manera pública, ya que históricamente han estado enraizadas con procesos coloniales y patriacarles, a los que anteponemos una discusión y una batalla ideológica y práctica. Debe tenerse en cuenta que el machismo como práctica sistemática se expresa en diferentes escenarios, en relaciones amorosas, en prácticas violentas, físicas y simbólicas, en nula posibilidad de liderazgo o visibilidad a procesos de mujeres o lideresas que han sido protagonistas de los procesos organizativos. En la sexualización y la cosificación de nuestras corporalidades. En la apropiación de nuestras vidas públicas como sí pertenecieran a los compañeros con los que se sostienen vínculos afectivos. En la discriminación por falta de interés o victimización de las violencias vividas.

Así que tristemente debemos deducir que en el movimiento somos muchas las mujeres que debemos alzar doblemente nuestra voz para ser escuchadas, que hoy día tenemos que plantar cara a algún «compañero» que nos acosa y/o agrede y la revictimización que hay detrás… pues lxs cómplices también son culpables e inconsecuentes… 

Sentimos que, gracias a la lucha histórica que hemos dado las mujeres dentro del movimiento se ha avanzado mucho y se ha ido erradicado el machismo en todas sus formas, aunque hay mucho por hacer pues aún hay sujetos sin la mínima intención de autocríticarse pues no quieren perder sus privilegios.

Clara: Por supuesto que he sufrido machismo por parte de compañerxs, amigxs, parejas y otra gente dentro del movimiento, igual que he visto cómo se ejercía ese machismo hacia otras mujeres también (y personas no normativas, trans, homosexuales, bisexuales…). Las mujeres seguimos teniendo que señalar en numerosas ocasiones los mismos comportamientos y también a las mismas personas, que son principalmente hombres heterosexuales, no puedo evitar subrayarlo. En mi experiencia suelen ser comportamientos en el ámbito de la libertad sexual, comentarios y actitudes denugrantes y también en temas relacionados con lo académico y laboral donde el «mansplaining» es una constante y nos vemos casi obligadas en ambientes también de ocio a sobreexplicarnos y sobreargumentar acerca de nuestras opiniones, conocimientos, estudios, experiencias y vivencias de cualséase el tipo.

Los conocidos como micromachismos se dan diariamente, y son los menos señalados. Diferencias de trato, en cuanto al valor que se nos da a nosotras o nuestras opiniones, el respeto que recibimos, y también las actividades para las que se nos tiene en cuenta. Cada vez se dan menos de forma estructural, me parece importante apreciarlo, pero es algo que sí veo cuando soy yo frente a un hombre o grupo de hombres. En cuanto a agresiones físicas, sexuales, verbales y psicológicas el camino andado es indudable, existe una mayor contundencia frente a este tipo de actitudes y en la aplicación de consecuencias (aunque la enorme mayoría de veces quedan escasas), pero se siguen dando y no son pocas las veces que en la misma noche (porque es cuando más lo veo) hay que pedirle varias veces a algún individuo (o a más de uno) que no acose, que no sea un pesado, que deje de molestar a alguna mujer, que no toque a quien no quiere ser tocado, que no insista y que no se aproveche de situaciones o personas.

Yo misma y mujeres de mi entorno nos hemos visto obligadas a abandonar un sitio, de un local, de un círculo de personas ante la pasividad de unos y la insistencia de otros en un ambiente más festivo. En actos durante el día o donde no está necesariamente presente el ocio y el disfrute no lo he visto tanto, supongo que esto también refleja que se trata de actitudes arraigadas y conscientes, por lo que también se pueden (y se deben) combatir.

P: Ao principio se me cuestionou moito ser “do palo”. Como dixen, neste tipo de movimentos parece que se reparten carnets é debe ser que a antigüidade cotiza ou algo, porque a menos que nazcas non con un pan baixo o brazo, senón cun vinilo de Roy Ellis, non eres realmente unha skin. É dicir, pode aparecer mañá un tio que ata onte foi de x subcultura totalmente contraria a este movimento, que non se lle dirá nada, pero se o fai unha tía parece que tes que pasar o cv de gustos musicais, estilo e ideoloxía dende a infancia.

No meu caso por exemplo coñecín este mundo tras moitos anos en contacto cá música punk, metal ou hardcore punk e no meu inicio nos movimentos sociais, mais pola miña situación persoal e de clase non puiden disfrutar de moverme por estes ambientes ata chegados os 20. Xulgouseme moitisimo e co tempo diminuiu, mais creo que é algo que debes demostrar continuamente, sobretodo cando quitas o chelsea que parece que tamén deixas de ser skin se non vas 24/7 con chelsea e Fred perry.

Ane: Nik matxismoa sufritu dut, eta uste dut Skin mugimenduaren parte den neska orok ere sufritu duela. Adibidez, kontzertu batera joan eta ezagutzen ez duzun gizonezko batek galdetzea ea mutil lagunarekin etorri zaren, emakumezko batek kontzertu batera bakarrik edo lagunekin joateko gaitasunik ez balu bezala. Beti gizonezkoren batekin joan behar duzula pentsatzen dute askok, eta bakarrik edo beste neskaren batekin joaten bazara izugarri harritzen dira. Zergaitik ezin dut lagunekin lasai joan gustatzen zaizkidan taldeak eta DJak ikustera, gizon ezezagun batek belarria jan gabe? Gainera, badaude gizon asko pentsatzen dutenak “ligatzeagatik” edo egiten zarela mugimenduaren parte. Horrek odola berotzen dit. Ez dira gai emakumea eskubide sujetu independiente bezala ikusteko, haien beharrak asetzeko objetu bezala ikusten zaituzte horrelakoek, eta nazkagarria da. Ez daukazu inongo eskubiderik nire identitatea eta nire erabakiak zalantzan jartzeko, eta are gutxiago ezagutzen ez nauzunean.

Yo lo he sufrido y creo que toda mujer que pertenece al movimiento lo ha sufrido. Por ejemplo, ir a un concierto y que un desconocido te pregunte a ver si has ido con tu novio, como si una mujer no pudiese ir sola o con sus amigas a un concierto. Muchos piensan que tienes que ir con un hombre siempre, y si vas sola/con amigxs se sorprenden. ¿Por qué no puedo ir tranquila a ver los grupos/DJs que me gustan sin que un hombre me coma la oreja? Además, son muchos los que piensan que una mujer se hace parte del movimiento con el único fin de “ligar” con hombres. Esto me hierve la sangre. No son capaces de vernos como sujetos de derecho independientes, nos ven como objetos hechos para satisfacerse ellos mismos. No tienes ningún derecho del mundo a cuestionar mi identidad o lo que hago o dejo de hacer, y menos cuando no me conoces.

Lucrecia: He sufrido machismo dentro del movimiento, mi ex sin ir mas lejos. Mi ex iba de ser una persona muy antifa, muy de movimiento punk, muy feminista y al final me demostró con hechos bastante malos, ser todo lo contrario a lo que el decía ser. Por otra parte siempre me he solido sentir arropada por la gente de dentro, hoy en día la mayoría esta bastante puesta en esto del machismo y se lleva mejor, no quita que haya indeseables en todos los lugares. Como mujer también ciertos integrantes de grupos de música han aprovechado para ver si caes en ellos solo por ser de grupos del rollo. También he visto que hay peña muy dada a fijarse en menores.

Concierto de RG6

3-¿Qué cambiarías?

Dos Ex-integrantes de la BARL: Cambiaríamos muchas cosas aunque también mantendríamos otras en el sentido en el que las organizaciones sociales se constituyen en el momento en el que construyen lazos de comunidad, camaradería, donde exista un cuerpo colectivo, pero eso sólo puede darse a través de ejercicios de resistencia, ya sea contra un estado, una ley o una práctica que violenta a esa comunidad. 

Afortunadamente hoy día existen muchos espacios políticos que vinculan a la mujer pero a su vez se desvinculan de ir contra el sistema, el colonialismo, etc, como sí fueran causas aisladas, porque no hacen parte de la arena pública, pero son problemáticas que siempre han estado y nos gustaría que se cambiara esa ruptura que existe. También el quedarse anquilosado a formas de entender el mundo tradicionales y dar apertura a nuevas discusiones, denominaciones, prácticas y estrategias 

Y en cuanto a las organizaciones antifascistas con su carácter contracultural, de denuncia contra el sistema y políticas públicas que atentan contra la vida, creemos que se debe buscar siempre una equidad para los procesos internos…

En cuanto al movimiento, nos gustaría que se eliminara tanta hipocresía que hay en el movimiento, tanta superficialidad, que sí bien en la contracultura la estética es importante, es incoherente e irresponsable que sujetos porten prendas con mensajes feministas pero en su día a día su actuar sea contrario a ello, todo para ser bien vistos… Lo mismo sucede con el lenguaje, incluyentes y respetuosos hablando pero no respetan nuestras opiniones ni nuestros cuerpos, y así con todo…

Podríamos enunciar muchas más situaciones y actitudes sexistas que cambiaríamos, pero no nos quedamos en lo que haríamos, por allá en el futuro, pues día a día trabajamos para transformar la realidad. La invitación es a cambiar conjuntamente lo que haya que cambiar para construir ese «mundo donde quepan muchos mundos». 

Clara: Se está avanzando en la buena dirección sobre todo a nivel colectivo, pero hay personas que se olvidan de que también hay que avanzar como individuo. Soy partidaria de la opinión de que se puede ser machista (en cuanto a tener comportamientos y actitudes derivadas del machismo, que es lo que se nos ha inculcado en mayor o menor medida desde bien pequeños) y feminista al mismo tiempo (defender una igualdad real entre hombres y mujeres y todo aquello relacionado con la expresión e identidad de género y la sexualidad). Creo que el primer paso en el feminismo como lucha o movimiento, o de los primeros, pasa precisamente por aceptar que podemos ser machistas nosotrxs mismxs y que seguramente lo seamos, y que cuando lo seamos vamos a tener que darle una vuelta a aquello que hacemos y buscar la coherencia entre lo que buscamos y creemos y lo que se refleja en nuestras acciones.

Es en esto último en lo que veo que se falla de forma casi sistémica porque es un proceso, es un trabajo y también es incómodo aceptar que se cometen errores o que tenemos nuestra parte de responsabilidad, y resulta mucho más sencillo hablar palabras vacías o señalar al vecino que hacer un trabajo de introspección, de autocrítica y de aceptación de los errores. Si bien es cierto que por lo general, en el punk, el oi, el ska… la gente puede estar más abierta a aprender y a querer ser consciente de otras realidades relacionadas con el feminismo, a cambiar las cosas, considero que el dicho de «ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro» viene como anillo al dedo.

He visto cómo se abren nuevos espacios para la representación, la reflexión y el debate no sólo físicamente, en centros sociales, okupas y demás, también dentro de los grupos de amigos, y es absolutamente crucial que siga siendo así, porque el machismo es algo que nos afecta de forma diaria y transversal a todas las mujeres (¡y no sólo!), pero aún así no se termina de ver esa viga en el ojo propio tan frecuentemente como se debería. No sólo hay que señalar las actitudes quien las ejerce, también a quien las defiende y a quien calla. No vale con permanecer al margen, el feminismo es una lucha y hay que mantenerse activos. Escuchar está bien, reflexionar está mejor pero tomar partido e involucrarse es necesario para evitar mantenerse estáticos en un movimiento que avanza cada día, con cada paso que se da.

De nuevo, es una lucha global pero también individual, cada uno desde su punto de partida y con sus herramientas, sin dejar de estar en contacto con otras realidades y practicando mucho la empatía.

P: Cambiaría o sentido de comunidade e a apertura a novas persoas/xeracións. Se ben é certo que tratar coma unha moda a un movimento coma este só trae ambigüidade e explotación do mesmo sen os valores principais, o e a skinhead ten que ser unha persoa que se nova en comunidade, en grupo. Debemos potenciar ser máis abertos en canto coñecer xente nova e incluso que haxa un movimento máis estatal do roio, porque ao final estamos todos no mesmo barco cun mesmo estilo de vida. Pero sin dúbida o que máis cambiaría sería a falta de sororidade unha vez entras neste roio, que, exceptuando certos casos, brilla pola súa ausencia. As tías debemos unirnos, escoitar das nosas maiores, axudar as que acaban de entrar novas, sobretodo advertindo de certas conductas ou vivencias negativas que coma muller podes chegar a vivir. Deixemos de competir a ver quen é a máis e mellor skingirl e unámonos para que se nos considere iguais aos nosos compañeiros tíos.

Ane: Gizonezko askoren jarrerak aldatuko nituzke. Eta benetan espero dut pentsakera horiek aldatzen joatea, oso tristea baita horren historia luzea duen mugimendu baten barruan oraindik horrelako jarrerak eta komentarioak jasan behar izatea. Hala ere, argi dago kapitalismoari hain ondo etortzen zaion patriarkatuak emakume guztiok zapaltzen gaituela, edozein kultura edo mugimenduren parte izanik, eta sistema alderantziz jarri arte ez dugula benetako aldaketa bat ikusiko.

Hortaz, gizonak, utzi emakumeok mitifikatzeari, sexualizatzeari, deseroso sentiarazteari eta paternalismotik tratatzeari. Gu ere Kaskamotzak gara eta ez dugu gizonezkoen beharrik gure identitateak balioztatzeko.

Cambiaria la actitud de varios hombres. Y de verdad espero que vayan cambiando esos pensamientos retrógrados, porque me parece muy triste ver estas actitudes dentro de un movimiento que ha tenido tantos años de historia. Aun así, está claro que el patriarcado, que al capitalismo tan bien le viene, nos oprime a las mujeres, independientemente de nuestra cultura o movimiento, y que hasta que no pongamos el sistema patas arriba, no veremos cambios de verdad.

Por eso, hombres, dejad de mitificarnos, de sexualizarnos, de incomodarnos y de ser paternalistas. Nosotras también somos Skinheads y no tenemos la necesidad de ningún hombre para validar nuestras identidades.

Lucrecia: Todo se puede mejorar por supuesto. Las mujeres no somos menos en ningún sitio solo por ser mujeres, somos fuertes, sabemos pensar por nosotras mismas, sabemos luchar por lo que queremos, nos encanta que la gente nos apoye en este tipo de luchas y creo que dentro y fuera del movimiento somos importantes y fundamentales, la lucha es de todas y todos.

Resumen
Machismo en el movimiento
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Machismo en el movimiento
Descripción
Para hablar del machismo existente dentro del movimiento skin, punk, antifascista… Un primer paso es contar con las directamente afectadas.

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